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Violencia Doméstica y Catolicismo

La base del dominio mental que LSJC ejerce sobre sus adeptos es la aberración psicológica de hacernos percibir los impulsos sexuales escritos indeleblemente en nuestra cadena genética como algo malvado, la parte baja de nosotros mismos que si se expresa debe ser y será castigada: apedreamiento e Infierno para l@s adúlter@s. El desconocimiento es su arma, el niño no debe ir a hablar con el tutor cuando sienta su primera erección, el niño debe angustiarse, el niño debe sentirse culpable en la oscuridad de su cuarto, toda esa fuerza vital hay que convertirla en angustia, culpabilidad, miedo. Por eso en su programación mental, en todo el segundo estadio (de los siete a los catorce años) los programadores católicos ponen especial atención, en advertir a los niños de “los peligros de la Carne”, en el poder de Dios y lo doloroso de su infierno, presentan el sexo como algo sucio, malvado, un defecto, un crimen.

Y cuando llega el momento en que la energía vital explota en Homo y Lady Sapiens y les hace saber que son capaces de trasladarla y contribuir, por tanto, a la pervivencia de la especie, sucede algo inhumano. Esa primera erección que debía ser un motivo de alegría, que debía ser algo esperado de antemano, al igual que la primera ovulación, se convierte en una vergüenza, posiblemente un pecado. En este momento psicológico intervienen los programadores más profesionales de LSJC, los consultores espirituales, sus consejos van destinados a mantenerte reprimido sexualmente, a convencerte de que eres malo, pero tienes salvación siempre que le obedezcas, que te reprimas, que le des dinero, que pierdas el tiempo rezando cuando lo que quisieras y deberías hacer es follar como un conejo y estudiar el Kamasutra a tope.

La represión sexual es el primer paso (empujón) hacia el verdadero infierno. Cuando la energía vital choca con la angustia, el miedo y/o la represión, la vitalidad se transforma en agresividad y violencia, la alegría en tristeza, las obsesiones se hacen dueñas de la mente, aparece todo tipo de perversiones en las inevitables fantasías sexuales, y la autocondena y el miedo al castigo crecen y te dominan. En ese momento la persona se convierte en marioneta de la secta que controla su comportamiento sexual y sentimental y que tiene la llave para salvarle del merecido castigo a su maldad. Y ya está en el infierno, en ese valle de lágrimas al que LSJC condena de por vida a sus adeptos, para poder explotarles espiritual y económicamente con la promesa del paraíso eterno post-morte.

La causa original de la violencia doméstica es el malestar interno que provoca la falta de satisfacción sexual y afectiva, la frustración permanente de las justas expectativas de felicidad que toda persona tiene. En el calor de ese infierno, alimentado de miedo, desconocimiento y frustración, se forjan las depresiones (pero no importa que la gente se suicide, o se oculta por algo) y las actitudes violentas relacionadas con la relación sentimental.

De ese infierno surgen todas las actitudes que nos sitúan por debajo del nivel de animalidad que nos corresponde. Ese infierno de sufrimiento está creado artificialmente por LSJC para lucrarse en la Tierra, vendiendo felicidad en el Cielo. Esta secta coloca a sus adeptos en una posición mental-sexual de misionero, arrastrándose por el suelo con la hembra por debajo, como los gusanos, a un nivel muy inferior, incluso moralmente, que el resto de los mamíferos depredadores, que lo hacen a cuatro patas, los dos sexos a la misma altura y no matan a las hembras después del coito, ni en el caso de no conseguirlo.

La superstición organizada como secta tiránica es la fuente de toda perversión, de toda violencia en las relaciones sentimentales entre las personas. El oscurantismo fomentado por la jerarquía católica, la mentira, la amenaza, la imposición de su absurda moral sexual, esos ridículos 10 mandamientos que dicen que Dios dio a los judíos antes de Jesucristo. Esos mandamientos que los israelitas han dado al mundo, ¿por qué no se los devolvemos y empezamos a portarnos de una forma racional?. O sea, siguiendo unas normas de comportamiento que no estén dictadas por una especie de Geppeto Cósmico especialista en intransigencia. Ese Jehová que asesinó a toda la población de Sodoma y Gomorra porque no le gustaban sus comportamientos sexuales debe dejar de ser considerado como un juez justo.

Y, ¿qué puede saber sobre sexualidad humana alguien que en lugar de pene usa una paloma para procrear?. La violencia familiar sólo cesará en el momento en que seamos mentalmente libres de las ataduras mentales introducidas por LSJC en nuestras mentes y empecemos a reaccionar ante sus sicarios/vicarios con una lógica humana, ese el primer paso para poder autoconocernos y poder aprender a utilizar la energía sexual de una forma positiva.

- ¿Juras amarle y obedecerle hasta que la muerte os separe?.
- ¿Está usted loco?. ¿Le parece razonable pedirme eso?.

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